¡A dormir se ha dicho!

En un mundo que corre en forma vertiginosa, la importancia de los padecimientos que sufren aquellas personas que no logran o no pueden, por diversos motivos, dormir en forma adecuada no es tenida muy en cuenta. Incluso a pesar de que la insuficiencia crónica de sueño ha sido ya vinculada en numerosos estudios con diversos problemas físicos y psicológicos así como también pérdida de productividad.

Para que un problema sea tenido en cuenta, sin dudas un paso importante a dar debe ser el de su cuantificación. Con esa premisa el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) acaba de dar a conocer los resultados de una encuesta realizada a 403.981 habitantes de ese país durante el año 2008.

El 11% de los encuestados respondió que no había podido descansar en forma adecuada durante los 30 días previos a la encuesta. Mientras que sólo el 30% reportó haberlo hecho en forma satisfactoria durante todos los días del mes previo. En el medio de los dos extremos existió un porcentaje de individuos con mayor o menor amistad con Morfeo.

Las mujeres, las personas menores de 45 años y aquellos incapacitados para trabajar fueron los que mas se quejaron de no poder apoyar la cabeza sobre la almohada en forma adecuada. Para la Fundación Nacional Del Sueño de los Estados Unidos, un adulto requiere habitualmente de alrededor de 7 a 9 horas de sueño por noche.

Si usted es uno de los desertores involuntarios del pijama quizás algunos consejos básicos remedien la situación. Según los expertos se debe en lo posible respetar cada noche el mismo horario de sueño, en un espacio silencioso, oscuro y ventilado. Además es útil evitar el consumo previo de cafeína, nicotina u alcohol y siempre es preferible a la hora de acostarse no tener hambre. En aquellos en que estas medidas ya no surtieron ningún efecto la consulta a un médico es la mejor opción.

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