Diabetes: la paradoja tecnológica

La diabetes constituye en la actualidad una epidemia en constante crecimiento. No son pocos los expertos que creen que dicho fenómeno se debe directamente a un precio pagado por recorrer un camino hacia lo que se conoce como civilización. En definitiva, un costo generado por la tecnología moderna.

Chris Feudtner, profesor de la facultad de medicina de la Universidad de Pensilvania, en los Estados Unidos, es uno de ellos. En un reportaje concedido recientemente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que “la diabetes es una paradoja de la tecnología”.

Para Feudtner, la posibilidad de ingerir mayor cantidad de alimentos con rico contenido calórico sin lograr saciedad y la vida sedentaria han llevado al metabolismo más allá de lo que es capaz de soportar. Detrás de todo esto se encuentra la tecnología, con sus modificaciones en la agricultura, la ganadería y el procesamiento de alimentos, así como también por su rol en el desarrollo de medios de transportes y la sustitución del trabajo manual por máquinas. Exceso de calorías, reducido gasto de energía, obesidad y diabetes es el ciclo poco virtuoso.

“Cuando se consume un cantidad excesiva de calorías, se acaba necesitando otro tipo de tecnología para identificar a quienes padecen diabetes y así poder poner en marcha tratamientos, lo cual no deja de ser paradójico”, comentó Feudtner. La tecnología se encarga de generar más tecnología y no siempre es fácil salirse de esa aparentemente eterna dependencia.

“No creo que a la gente se le pueda pedir que viva de forma sencilla. La verdadera solución estará en contramedidas y políticas tecnológicas que compitan directamente con las tecnologías que han llevado nuestro metabolismo a esta situación”, sentenció. Propone medidas que estimulen la producción y comercialización de alimentos que produzcan saciedad con una menor densidad calórica. “Además se debe incentivar el desarrollo y la comercialización de tecnologías que, si me permite la metáfora, saquen a la gente del sofá”, agregó.

Para ello considera que es necesario apelar a la creatividad y todas las astucias tecnológicas posibles. “Tenemos que crear formas de que la gente cumpla las recomendaciones con respecto a la dieta, el ejercicio y la medicación casi con el mismo placer con que se sientan en el sofá y comen algo mientras ven la televisión. Sin duda no es fácil, pero es el verdadero reto que tenemos que superar”, concluyó.