Un ser humano experimenta diferentes etapas a lo largo de la vida desde el nacimiento hasta llegar a la vejez. En este sentido, uno de los momentos más importantes para una mujer es el de la maternidad puesto que en ese instante es partícipe del gran milagro de la vida. Un milagro de amor y esperanza que transforma el núcleo familiar de una pareja aportando un nuevo sentido a su historia.
Durante el embarazo es esencial que la futura mamá se cuide y se mime a sí misma desde el primer instante puesto que su propio bienestar repercute en el bienestar del niño. La mujer debe de cuidarse a nivel físico, por eso, debe descansar, alimentarse bien y beber más agua de la habitual.
Pero también debe cuidarse a nivel emocional, es decir, practicar la relajación buscando momentos para el silencio. Rodearse de energía positiva mediante el cariño y el respeto de los más cercanos. Además, debe de estar atenta al pensamiento de forma que tiene que alejarse de la preocupación, de la negatividad y el estrés.
Por ejemplo, sucede con frecuencia que cuando una mujer se encuentra en la recta final de su embarazo comienza a experimentar temores internos en relación con el momento del parto y puede incluso llegar a sentir ansiedad. Se trata de algo natural puesto que cualquier persona siente temor ante un hecho que desconoce. Además, el descanso se hace más difícil en los últimos meses de embarazo porque algunas mujeres tienden a padecer insomnio al no poder coger la postura adecuada para dormir.
Pero más allá de la preocupación por ese momento, la mujer debe de disfrutar día a día de su embarazo porque es un momento único e irrepetible que muestra el lado más humano de las personas ya que una madre es generosa al extremo con su bebé puesto que su amor es infinito.
Imagen: Flickr-Eleventh Earl of Mar