Para restringir el consumo de sodio, nada mejor que esconder el salero y vigilar etiquetas

Pocos disienten con que algo de sodio es necesario para el ser humano. El mineral habitualmente se encarga de mantener el balance de fluidos del organismo, funciona como conservante en numerosas comidas y las previene por ejemplo de contaminaciones con algunas bacterias. El problema, como en tantas otras situaciones, radica en la cantidad. Según datos estadísticos de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), la mayoría de las personas de ese país consumen sodio por encima de niveles recomendados. En otras partes del planeta tales como España, la situación no es muy diferente.

Lejos de ser beneficioso, el sodio en exceso predispone a padecer ciertas enfermedades. La más famosa quizás sea la hipertensión arterial, con sus posibles complicaciones tales como la insuficiencia cardiaca, el accidente cerebrovascular, o las enfermedades renales entre otras.

Pero según los expertos: ¿Cuales son los valores recomendados de ingesta de sodio por día? La mayoría de las guías nutricionales recomiendan a personas sanas no sobrepasar los 2300 miligramos de sodio por día. Traducido, equivaldría por ejemplo a menos de lo que puede contener una cucharita de té cargada con sal. En aquellas personas ya hipertensas los médicos recomiendan acotar aún más la ingesta de sodio y no sobrepasar los 1500 miligramos diarios.

Pero con sólo restringir la sal de mesa no alcanza. Muchos alimentos, como por ejemplo las conservas, contienen niveles elevados de sodio. Se calcula que alrededor de un 70 a 75 % de sodio procede de alimentos previamente elaborados. No hace falta ser adivino para detectar que cantidad de sodio contiene el producto nutricional que está pronto a ser devorado.

Casi todos ellos cuentan con una etiqueta de información nutricional a la que es indispensable consultar. En ellas aparece, entre otras cosas, un apartado en el que figura el porcentaje de valor diario del mineral que aporta el producto. Aquellos alimentos que tienen menos de un 5 % son considerados bajos en sodio. Mientras que los que acusan cifras mayores a 20, por el contrario son considerados como portadores de una alta cantidad del mineral y deberían ser evitados. Mantener lejos el salero y controlar las etiquetas sin dudas brindará beneficios a la salud.

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