Tratamiento médico para el acné

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Tratamiento médico para el acné

El acné es un problema que ataca a cientos de personas alrededor del mundo; no se limita a cierto sexo o edad, pues mientras muchos lo padecen en la adolescencia, a otros les ataca después de cumplidos los 30 años. De entre la gran variedad que existe, el tratamiento para el acné más utilizado por los afectados es el dermocosmético que si bien ayuda a reducir las molestias para muchos no es una opción real para combatir el acné.

Las personas que acuden a una clínica dermatológica para tratar su problema de acné generalmente padecen de un problema más fuerte que las cremas y jabones no pueden ayudar a desvanecer; afortunadamente existen diferentes opciones que son seguras y recomendables para desaparecer este molesto problema de la cara que no solamente provoca incomodidad, sino que puede afectar el autoestima del paciente.

Existen diferentes tipos de acné que se pueden presentar en el paciente y es importante conocer el tipo de enfermedad que tenemos para poder elegir el mejor tratamiento; cada uno de los tratamientos puede atacar diferentes causas del problema:

  • Pueden reducir la producción de sebo, controlando la seborrea que es lo que provoca la aparición de granos en exceso.
  • Aceleran el desprendimiento de células cutáneas superficiales para ayudar a prevenir la hiperqueratosis, que es una enfermedad en donde la capa exterior de la piel se engrosa.
  • Combatir la infección bacteriana causada por la colonización microbiana que provoca la aparición de granos.
  • Reducir la inflamación atenuando marcas y pápulas.

Hoy en día los tratamientos médicos para quienes no logran ver una diferencia con los tópicos tienen diferentes opciones entre las que destacan los retinoides tópicos, antibióticos orales, ácido azeláico, isotetrinoína oral, peróxido de benzoilo, y anticonceptivos orales, todos estos con la finalidad de reducir los síntomas tan dolorosos y molestos del acné; el tratamiento a tomar dependerá de la gravedad de los síntomas que se presenten.

Como todos los tratamientos es importante recalcar que existe una curva de acción que se debe respetar; si no tenemos constancia y disciplina difícilmente los tratamientos van a funcionar en nosotros. Lo importante es tener siempre la paciencia necesaria y para lograrlo debemos conocer lo que son los tratamientos y cómo actúan, así tenemos la certeza de que alguno es más útil que otro en nosotros y que va a funcionar.

Si tenemos la templanza suficiente, de 4 a 8 semanas podremos ver los resultados.