Un estilo de vida saludable reduce el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca

 

Gracias a la intervención sobre los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular es factible disminuir las posibilidades de padecer insuficiencia cardíaca en el transcurso de los años. Al menos así lo determinó un nuevo estudio publicado en el último número de la revista médica «JAMA».

Existe el consenso generalizado de que si una persona logra mantener un peso adecuado, evita el consumo del nocivo tabaco, realiza ejercicio en forma regular y adhiere a una dieta saludable ve disminuidas en forma marcada las chances de padecer enfermedades tales como infartos cardíacos, diabetes e hipertensión. Ahora bien, ¿Es posible que ocurra lo mismo con la insuficiencia cardíaca?

Para responder a la pregunta, investigadores de la Escuela Médica de Harvard liderados por Luc Djousse recabaron información de una base de datos con 20.900 varones sanos que fueron seguidos por medio de cuestionarios durante un lapso de más de veinte años.

A lo largo del periodo de control, mil doscientos pacientes desarrollaron insuficiencia cardíaca. Los científicos determinaron que las personas que no lograron disminuir los factores de riesgo cardiovascular fueron un 21.2 % más propensas a padecer la enfermedad mientras que esa cifra llegó sólo al 10.1 % en aquellas personas que pudieron controlar los factores predisponentes.

La insuficiencia cardíaca es considerada un problema de gran magnitud en la salud de la población. Por ejemplo, sólo en los Estados Unidos existen 550.000 casos reportados por año y es una de las principales causas de hospitalización en los adultos. Se considera que uno de cada cinco adultos por encima de los cuarenta años desarrollará insuficiencia cardíaca en el transcurso de su vida y suele ser una enfermedad secundaria a patologías frecuentes tales como el infarto de miocardio y la hipertensión arterial entre otras.

Un corazón de un paciente con insuficiencia cardíaca ve limitada su capacidad para contraerse adecuadamente y pierde su eficacia como bomba aspirante e impelente de sangre. Los pacientes debido a la congestión de sangre en los territorios venosos pulmonares o generales padecen síntomas y signos típicos de la enfermedad tales como falta de aire, tos, y retención de líquidos en tobillos, piernas y abdomen.

Existen pautas de tratamiento indicadas por los médicos que buscan reducir la sobrecarga de agua o estimular la contracción del músculo cardíaco y así mejorar la sintomatología. Pero como dice el refrán prevenir es siempre mejor que curar y un estilo de vida saludable tiene claras ventajas en ese sentido.

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