Halitosis: una consulta frecuente en el centro de salud

lips-374516_1280

El mal aliento es un problema que, si bien todos hemos sufrido en algún momento, sigue causando vergüenza a quien lo padece y el pudor que genera abordar el tema, incluso con un especialista hace que, en muchas ocasiones, quede sin tratar. Por suerte, la halitosis es un asunto cada vez más frecuente en las consultas de atención primaria y esto es una buena noticia, porque supone un verdadero problema social para quien lo padece.

La detección de la halitosis es compleja por una razón en la que coinciden todos los especialistas: es difícil para una persona saber si tiene o no mal aliento. Lo curioso del tema es que, normalmente, solemos  infravalorar o sobrevalorar nuestro aliento. Tal como nos explica el equipo de dentistas en Fuenlabrada de la clínica Caredent: “nos encontramos pacientes con un problema real de halitosis que no eran conscientes de que lo padecían hasta que alguien de su entorno cercano se lo comunicó, del mismo modo que hay personas que afirman tener mal aliento y este simplemente se debe a circunstancias puntuales, como el consumo de ciertos alimentos o fármacos”.

Y es que hay determinadas condiciones no patológicas que incrementan la posibilidad de sufrir mal aliento de forma puntual como fumar, consumir ajo o cebolla, llevar prótesis dental, periodos de ayuno prolongados, consumir bebidas alcohólicas o tomar determinados medicamentos, que pueden causar sequedad bucal. También es frecuente sufrir mal aliento matutino, totalmente normal si tenemos en cuenta que el flujo de saliva se reduce al mínimo durante el sueño y provoca la proliferación de bacterias. Con la edad, la calidad de la saliva también cambia y puede provocar mal aliento. Estas circunstancias se generan en la boca y, junto con las enfermedades de la cavidad oral que abordaremos más adelante, constituyen las causas del 90% de los casos de halitosis.

El 10% restante (lo que denominamos halitosis extraoral) se debe principalmente a trastornos sistémicos, del tracto respiratorio, del aparato digestivo digestivo y a enfermedades de naturaleza hepática o renal.