La rinitis alérgica, una enfermedad que no pasa de moda

Como si se tratara de nuevas prendas de una colección de indumentaria, los estornudos, la congestión nasal y el lagrimeo llegan y hacen furor cada temporada. Según estadísticas anteriores alrededor del 25% de la población europea cada año involuntariamente luce los atributos de la rinitis alérgica.

Muchos no lo saben y antes de que logran identificar el traje gris ven afectada de sobremanera su calidad de vida y el rendimiento y la productividad en la escuela y el trabajo. No sólo aquellos que lo portaron persistentemente, sino también los que los llevaron puesto unos meses en forma intermitente, prefieren verlo bien lejos de su guardarropa.

Algunos se preguntan cuales fueron los factores de riesgo que lo convirtieron en vulnerable a estas ofertas de segunda selección. Según la última guía ARIA -Alergic Rhinitis and its impact on Asthma- publicada en el año 2008, las causas podrían ser múltiples. Existe sin dudas una predisposición genética para adquirir parte del atuendo y la exposición a factores desencadenantes conocidos como alérgenos compra el resto.

Los alérgenos pueden estar presentes en diversos lugares. En el interior de una vivienda en forma de moho, ácaros, insectos, pelo y caspa de animales, pero también al aire libre principalmente en forma de polen. Tampoco debe dejarse de lado el lugar y materiales de trabajo, la polución ambiental y el humo del tabaco como potenciales generadores de los síntomas. Todos en definitiva desencadenan un proceso inflamatorio.

Si es uno de los 500 millones de personas que en todo el mundo cargan con este incomodo atavío debe entonces tener en claro los cambios en el humor o los trastornos en el sueño que habitualmente suele generar. También algunos estudios hablan de un mayor riesgo en aquellos pacientes con rinitis para padecer otras enfermedades asociadas tales como por ejemplo el asma bronquial. Por todo ello, es importante que sepa que la prenda siempre tiene devolución.

Un primer paso importante para lograrlo lo constituye la consulta al médico. Dentro de los estudios que con seguridad le solicitará existen algunos tales como las pruebas cutáneas o el dosaje de inmunoglobulinas en sangre, ambos están destinados a determinar un probable origen alérgico del problema. Luego, la implementación de efectivas medidas preventivas y un tratamiento adecuado le permitirá volver a lucir su mejor vestimenta.

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