Los adultos jóvenes, con pobres niveles de control de colesterol

No existen demasiadas discrepancias en las sociedades científicas médicas, cuando afirman que desde edades tempranas un adecuado control de los niveles de colesterol en sangre constituye un pilar fundamental para una buena salud cardiovascular. Tampoco son pocos los mensajes que pueden verse por medios masivos de comunicación, destinados a generar cambios en estilos de vida y prevenir así enfermedades cardíacas. Pero como ya se sabe, los médicos proponen y los pacientes son los que siempre disponen: un reciente trabajo, difundido por el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), reveló que menos de la mitad de los adultos jóvenes de ese país alguna vez realizó exámenes de laboratorio para conocer sus cifras de colesterol LDL, el más popularmente conocido como colesterol malo.

Un tanto sorprendida, Elena Kuklina, epidemióloga del CDC y autora principal del estudio publicado en el último número de la revista Annals of Family Medicine, comentó que “es preocupante que en los Estados Unidos se obtengan resultados tan pobres en la identificación de jóvenes con niveles elevados de colesterol”. Pero no todo termina allí, además pudieron gracias al análisis de 2587 adultos jóvenes menores a 45 años determinar que alrededor del 7 % de aquellas personas sin factores de riesgo cardiovascular tenían niveles elevados de LDL. Las cifras ascendían a un 12% si se trataban de personas con algún factor de riesgo cardiovascular tales como hipertensión arterial, tabaquismo u obesidad. Por último en aquellos con dos o más factores, los porcentajes trepaban a un 26%.

El colesterol es necesario para la vida humana, entre otras cosas participa en la síntesis de membranas que rodean y protegen a las células y también como materia prima en la producción de hormonas vitales. El problema se origina cuando su concentración en sangre se vuelve un exceso y las paredes de ciertas arterias, como por ejemplo las coronarias, pasan a ser su morada. Es por ello que los médicos insisten por ejemplo en que se procuren mantener niveles de LDL en sangre por debajo de los 100 miligramos por decilitro (mg/dl).

Habitualmente no existen síntomas o signos que puedan detectarlo, entonces se debe recurrir al auxilio de la bioquímica. En ese sentido, la Asociación Americana del Corazón, de los Estados Unidos, recomienda que todo adulto mayor de 20 años realice un control al menos cada 5 años.