Los buenos deseos previenen el enfado

Los buenos deseos previenen el enfado

Aprender a vivir es todo un reto para el ser humano. Sin duda, a veces, una persona no sabe cómo controlar su bienestar emocional puesto que son muchos los que consideran que la felicidad nace de las circunstancias externas. En cambio, el bienestar nace de dentro más allá de lo que pasa alrededor del sujeto.

En este sentido, los médicos siempre han insistido en la influencia negativa que tiene el enfado sobre la salud. El enfado puede percibirse incluso a través del lenguaje corporal puesto que los gestos de la cara se muestran en tensión. Por el contrario, ante la sonrisa surge una gran cantidad de energía positiva y de esperanza para afrontar la vida.

Según publica un artículo elaborado por la revista Mente Sana que está liderada por Jorge Bucay, los buenos deseos ayudan a prevenir el enfado que deja al ser humano anclado en la queja. Por tanto, cualquier persona puede realizar un ejercicio diario al final del día cuando alguien ya está más descansado y tranquilo al estar en casa.

Se trata de dedicar un tiempo a la reflexión sobre el día, por tanto, debemos hacer balance de cómo nos hemos sentido, recordar los momentos bonitos, sentir la magia de ciertos instantes y evitar recrearnos en las circunstancias o detalles difíciles.

Mediante esta actividad no sólo potenciamos el entusiasmo sino que también reforzamos la memoria ya que es un ejercicio especialmente pensado para evitar el deterioro intelectual y la pérdida de memoria. Dentro de poco tiempo, llega la Navidad. Un momento de buenos deseos y de felicidad en las familias.

Sin embargo, los buenos deseos deben formar parte de la rutina diaria de cualquier persona que quiere aprender a vivir en contacto consigo misma y  también con los demás en relación con el bienestar emocional.

Imagen: Flickr-Rodrigo Huerta